Que es el Karma?

El karma son potenciales en el ámbito interno e inconsciente de la vida creado a través de las acciones del pasado o presente que se manifiestan como resultados diversos en el presente o en el futuro. El karma es una variación del sánscrito karman, que significa acto, acción, un acto anterior que conduce a un resultado futuro, o resultado. El budismo interpreta el karma de dos maneras: como indicando tres categorías de acción, es decir, mental, verbal y físico, y como indicativo de una fuerza latente producida de ese modo. Es decir, el pensamiento, el habla y el comportamiento de uno, tanto buenos como malos, se imprimen como una fuerza o potencial latente en la vida.

Esta fuerza latente, o karma, cuando es activada por un estímulo externo, produce un efecto bueno o malo correspondiente, es decir, felicidad o sufrimiento. También hay actos neutrales que no producen buenos ni malos resultados. De acuerdo con este concepto de karma, las acciones de uno en el pasado han dado forma a la realidad presente de uno, y las acciones de uno en el presente a su vez influirán en el futuro de uno. Esta ley de causalidad kármica opera a perpetuidad, traspasando de una vida a la siguiente y permaneciendo con una en el estado latente entre la muerte y el renacimiento.

Por lo tanto, es el karma el que explica las circunstancias del nacimiento, la naturaleza individual y, en general, las diferencias entre todos los seres vivos y sus entornos. Tradicionalmente se consideraba como un proceso natural en el que ningún dios o deidad podría intervenir. Los dioses hindúes, de hecho, estaban sujetos a la misma ley del karma que las personas, habiéndose convertido en dioses supuestamente a través de la creación del buen karma. La idea del karma es anterior al budismo y ya era frecuente en la sociedad india mucho antes del tiempo de Shakyamuni. Esta visión pre-budista del karma, sin embargo, tenía un elemento de determinismo, sirviendo más para explicar el destino de uno en la vida y obligar a uno a aceptarlo que inspirando esperanza para el cambio o la transformación. Los brahmanes, que estaban en la cima de la estructura de clase india por nacimiento, bien pudieron haber enfatizado esta visión para asegurar su propio papel. La idea de karma se desarrolló aún más, en las enseñanzas budistas.

Shakyamuni sostuvo que lo que hace que una persona sea noble o humilde no es el nacimiento, sino las acciones de uno. Por lo tanto, la doctrina budista del karma no es fatalista. Más bien, el karma es visto no solo como un medio para explicar el presente, sino también como la fuerza potencial a través de la cual se puede influenciar el futuro de uno. El Budismo Mahayana sostiene que la suma de acciones y experiencias del presente y vidas previas se acumulan y almacenan como karma en las profundidades de la vida y formarán el marco de la existencia individual en la próxima vida. Por lo tanto, el budismo alienta a las personas a crear el mejor karma posible en el presente a fin de garantizar el mejor resultado posible en el futuro. En términos de tiempo, algunos tipos de karma producen efectos en la vida presente, otros en la próxima vida, y aún otros en vidas subsiguientes. Esto depende de la naturaleza, intensidad y repetitividad de los actos que los causaron. Solo aquellos tipos de karma que son extremadamente buenos o malos durarán en existencias futuras. Los otros tipos, menores, producirán resultados en esta vida. Aquellos que no son ni buenos ni malos no producirán ningún resultado.

El karma es dividido mas ampliamente en dos tipos: fijo y no fijo. Se dice que el karma fijo produce un resultado fijo, es decir, para cualquier karma fijo dado, hay un efecto específico que se manifestará en un momento específico. En el caso del karma no fijo, cualquiera de varios resultados o resultados generales pueden surgir en un tiempo indeterminado. Independientemente de estas diferencias, la filosofía budista del karma, particularmente la del budismo Mahayana, no es fatalista. Ningún mal efecto está tan fijo o predeterminado que el buen karma de la práctica budista en el presente no puede transformarlo para mejor. Además, cualquier tipo de karma necesita interacción con las condiciones correspondientes para manifestarse.

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